xoves, 20 de outubro de 2011

Méritos y Prestigio versus Mercado



Hace días comentaba con un responsable de la sanidad gallega un asunto fácilmente demostrable, cual es el de disponer en nuestros hospitales de un personal muy cualificado.
Le decía que contar con ello y ellos, era mucho más importante y necesario que los medios y recursos siempre insuficientes del Sergas, y que sobre todo, eran estos profesionales , quienes estaban sosteniendo - a pesar de las dificultades económicas actuales y de los errores de gestión -, la sanidad pública gallega al más alto nivel, y a un costo muy competitivo en relación con cualquier otro país europeo o americano. España está situada, como sabes, le dije, en el séptimo lugar del mundo en calidad sanitaria.

Le manifesté que en ámbito de la investigación acababan de ser valorados, siguiendo criterios muy científicos esos méritos, en los Rankings ISI de las universidades españolas, entre los años 2001 y 2010, y opiné al respecto que no había en nuestro País cosa más fácil de reconocer que el conocimiento y los logros ajenos, casi siempre extranjeros, ni asunto más dificultoso pero satisfactorio, que el admitir el éxito y prestigio de los de casa.

Le expliqué al respecto, que en la segunda edición de los “Rankings ISI de las Universidades Españolas según Campos y Disciplinas Científicas” sobre el nivel de investigación puntera, basada en los trabajos publicados en las revistas internacionales de mayor impacto, tales como : JAMA; Lancet; British Medical Journal, Genetics in Medicine; Annals of Oncology, etc... ponian de manifiesto de forma indiscutible los méritos de los investigadores de la Universidad compostelana, y se los concreté en el campo de la salud.

Llegados a este punto, creí ingenuamente que una buena noticia compartida sería una doble alegría. No fue así.
Este responsable, circunspecto y serio, - hay personas que poniendo la cara seria creen que lo que dicen es también razonable - , me comentó , que este nivel de investigación era, salvo excepciones, muy mejorable por otras vías que generasen mayores incentivos económicos y más exigencia profesional y resultados.
Nada bueno puede esperarse - me dije a mi mismo después de escucharle- de unos políticos o de una parte de la sociedad que confían en el mercado para resolver los problemas de la salud.

Cuando se trabaja con la idea fija de que todo lo que es público es ineficiente e ineficaz, y que debe ser el mercado el que resuelva todos problemas, entre los que se encuentran también los de la investigación y la salud, se está intentando convencernos por parte de los muñidores del cambio que viene, que es necesario adecuar este sector, y otros, a las propias exigencias de ese mercado, y no de las necesidades de los ciudadanos.

A pesar del escepticismo de mi interlocutor, insistí tozudamente en dar más argumentos a favor del Ranking, con varios ejemplos de disciplinas en mi opinión relevantes, como las del área de Medicina Preventiva de la USC, que empatando con Farmacia e Informática se sitúan en el 4º lugar de la clasificación de entre las 36 universidades españolas. O el caso de Matemáticas que ocupa el primer lugar.

Siguiendo con la disciplina de la salud pública dirigida por el Profesor Gestal, le comenté que disponía de solo 8 investigadores, frente a las varias docenas de ellos en cada una de las Universidades de Barcelona, o de Madrid, y que a pesar de ello, estaba a su nivel superando a Madrid y a 32 universidades más en investigación, publicaciones y prestigio internacional.

Incluso, le comenté, alguna linea de investigación de esta disciplina, como la del Laboratorio de Radón de Galicia, dirigido por el Profesor Barros, era referencia en España, y que se había estudiado allí la relación entre el cáncer de pulmón y ese gas asesino, después de haber elaborado con poquísimos medios y mucho rigor el Mapa del Radón de Galicia, con más de 2500 domicilios evaluados. Iniciativa financiada por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Insistí en que se colaboraba desde allí por medio de proyectos y publicaciones, nada menos que con la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU); la Universidad de British Columbia (Canada); la Organización Mundial de la Salud; La Universidad de Surrey (Reino Unido) o el Mount Sinai Medical School de Nueva York (EEUU) entre otros prestigiosos centros.

Que se estaban desarrollando proyectos junto a grupos como ILCCO (International Lung Cancer Consortium); El GESEC ( Genetic Susceptibily to Environmental Carcinogenesis; o el International Radon Projet. WHO.

¿Conocías todo ello? , Le pregunté finalmente de forma poco correcta, pero triunfal.

Eso nada tiene que ver con lo que antes te dije, me replicó con gesto aburrido y displicente. Serían todavía más eficientes y mucho más económicos esos logros, de abordarlos desde el punto de vista que te indiqué antes... que es el camino que vamos a seguir...

Pero hombre, lo obvio, los hechos, no necesitan ser muy explicados, le dije, salvo que des por válido que los méritos de lo conseguido por la USC con estos proyectos y publicaciones,solo se puede cuantificar económicamente, si es así, entonces es que ignoras lo que es la investigación, el prestigio y el valor social que tienen aquellos profesionales que dedican sus mejores esfuerzos a estudiar y resolver problemas, sin pensar en hacerse ricos, ni hacer ricos a los demás.

Y lo lamento pues eres tu uno de los que debías de apoyarlos más en nombre del interés general, le dije sin poderme contener.
Y es que me pierde la pasión de mis convicciones que debería de poder explicar sin alterarme, porque sino acaban pareciéndose a prejuicios irracionales.

Con la misma me marché dándole vueltas al valor de la investigación, de los méritos científicos y del prestigio en crisis, y también de un mercado, que se ha vuelto muy violento e ignorante, pero que cuenta con aliados muy poderosos.












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