EL FIN
DE ESTA HISTORIA
Mientras nuestros
conciudadanos no sepan reconocer colectivamente los poderes a los
que están sometidos; o no sufran masivamente sus consecuencias de
forma traumática.
Mientras nos despisten y
confundan con una destrucción del Estado de Bienestar que se va
produciendo en pequeñas dosis bajo el pretexto de la racionalidad
económica, o alegando responsabilidades y herencias de terceros.
Mientras se desvíen los
focos del debate a la deuda nacional y al déficit, y nos creamos que
la austeridad y el crecimiento son las dos caras de una misma
moneda.
Mientras los más ricos y
las empresas apenas paguen impuestos; las finanzas y la banca dirijan
el País; la autentica corrupción continúe impune; mientras se siga
produciendo la destrucción de la clase media; continúe el
desprestigio de la política, de los políticos , y de las
instituciones...
Mientras todo esto
suceda: seguirá aumentando el paro, y se irán de España en busca
de trabajo nuestros mejores activos humanos; se recortarán las
pensiones; se seguirá reduciendo el gasto público en sanidad y en
educación, y los trabajadores que aquí se queden, verán reducidos
sus salarios hasta alcanzar los niveles del “mini jobs” o
mini-trabajos, acompañados de indignidad y humillación.
Convendría saber desde
ahora, que este es el mundo que ha diseñado y defiende el
capitalismo actual.
Convendría entender
porqué somos títeres o marionetas de unos pocos, mientras asistimos
al nacimiento de una tiranía impuesta por el Tesoro Norteamericano;
el Banco Mundial; del Fondo Monetario Internacional, y Bruselas, que
cuentan con la obediencia, sumisión y vasallaje de nuestro gobierno.
Convendría ir
comprendiendo porqué el sistema económico actual padece una
absoluta incapacidad para integrar a los ciudadanos, y lo que es
peor, porqué carece de voluntad para buscar soluciones justas y
equitativas.
Convendría analizar
porqué solo un tercio de nuestra población vive bien; otro tercio
vive con miedo, y el tercio final vive mal y sin ninguna esperanza
de futuro.
Convendría entender
porqué más de la mitad de nuestros jóvenes en edad de trabajar, y
debidamente formados, están desempleados...
Estamos asistiendo
todavía de forma pasiva, a la muerte de la protección social del
Estado y a la aparición de la estigmatización social de amplios
sectores de nuestra sociedad; asistimos alarmados a la cada vez mayor
falta de libertades concretadas en docenas de decretos leyes como
forma de gobernar; y al nacimiento de un mercado de trabajo cada
vez más agresivo.
Nuestro futuro ya no será como se preveía hace
solo unos años por los expertos.
Ante una situación así,
se está produciendo un despertar social entre los más lucidos y
conscientes, con exigencias de un profundo cambio contra esta
indefensión actual, contra la falta de dignidad política; contra
la desigualdades crecientes y contra la falta de alternativa.
“ No sé si será
mejor cuando sea diferente. Pero tienen que ser diferente para que
sea bueno” recordaba Lichtemberg.
Es, en este contexto,
donde las formaciones políticas y sindicales de izquierdas o son
capaces de ofrecer urgentemente soluciones y comportamientos éticos
nuevos, o las protestas, las movilizaciones sociales y los cambios
que se produzcan, se darán sin contar ellas, o contra ellas …
Este, y no el de Francis
Fukuyama, sería el verdadero fin de “esta” historia de dolor,
que es como ahora se le llama al gobernar ...