LAS
LECCIONES
DE
LA
CRISIS
(Hay
dos
formas
de
llegar
a
ser
rico:
crear
riqueza
o
quitársela
a
los
demás.
La
primera
añade
algo
a
la
sociedad.
La
segunda
se
lo
resta.
Joseph
E.
Stiglitz).
Gracias
a
la
crisis,
una
buena
parte
de
la
derecha
social
empieza
a
descubrir
que
las
bondades
y,
la
justicia
del
sistema
económico
actual
son
una
simple
patraña.
Gracias
a
la
crisis,
muchos
obstinados
defensores
del
libre
mercado
observan
como
se
rescata únicamente del
mismo
-
con
los
recursos
de
todos
nosotros
-
a
los
bancos,
mientras
se
abandonan
progresivamente
a
los
ciudadanos
más
indefensos.
Merced
a
la
crisis,
podemos
comprobar
como
la
política
y
la
economía
se
retroalimentan
mutuamente
potenciándose
de
forma
descarada.
Y
encima
nos
quieren
hacer
creer
que
esto
es
inevitable.
Por
mor
de
la
crisis,
el
99%
de
los
ciudadanos
llegarán
a
enterarse
un
día
que
han
sido
engañados
y
chuleados
por
el
otro
1%.
Ese
1%
que
ni
innova,
ni
transforma,
ni
ayuda
a
construír
otro
mundo
mejor
que
no
sea
el
suyo
propio.
Gracias
a
la
crisis,
constatamos
que
la
famosa
“ mano
invisible
del
mercado”
esta
produciendo
estragos
y
una
mayor
desigualdad.
Gracias
a
la
crisis
aprendemos
leyes
de
la
física.
Ahora
ya
sabemos
que
el
dinero
es
muy
“volátil”
y
tiende
siempre
a
subir
desde
los
bolsillos
de
los
de
abajo,
hacia
los
bolsillos
de
los
de
arriba.
Y
que
su
combustible
básico
es
la
política,
los
mercados
y
la
capacidad
del
sector
financiero
para
aprovechar
la
desinformación
de
los
ciudadanos.
Gracias
a
esta
crisis
aprendimos
que
se
aprueban
leyes
y
normas
que
sirven
para
maximizar
las
rentas
de
los
poderosos,
se
eligen
y
buscan
a
jueces
que
las
hagan
cumplir
y,
medios
de
comunicación
y
expertos
que
las
justifiquen.
Gracias
a
esta
crisis,
cuando
perdemos
diez
y
nos
devuelve
el
gobierno
uno,
quedamos
muy
agradecidos.
(Síndrome
de
Estocolmo
o
del
cangrejo
tonto).
Gracias
a
la
crisis
comprobamos
como
se
quiebra
la
solidaridad,
y
la
cohesión
social
y
como
aumenta
la
discriminación
de
forma
alarmante.
Gracias
a
la
crisis
confirmamos
que
una
buena
formación
académica
o
profesional
no
vale
para
que
un
trabajador
sea
valioso,
pero
es
útil
para
que
sea
explotado
y
humillado
por
el
empleador.
Gracias
a
la
crisis,
constatamos
como
disminuyen
las
igualdades
de
oportunidad
mientras
aumentan
las
oportunidades
de
fraude,
de
engaño,
de
chanchullos,
de
menor
competencia,
de
depredación
laboral,
de
malos
créditos
en
los
desahucios
e
hipotecas,
y
de
mayor
evasión
fiscal.
Gracias
a
la
crisis,
descubrimos
como
a
mayor
desigualdad,
el
gobierno,
impulsa
un
menor
esfuerzo
fiscal
y
tributario
para
los
grandes
empresarios
y
a
los
banqueros.
Y
es
en
la
reducción
de
los
tipos
impositivos
sobre
las
plusvalías
del
capital
donde
más
empeño
pone.
Gracias
a
la
crisis
conocemos
que
hay
enérgicos
defensores
de
la
privatización
de
todo
lo
público,
argumentando
ineficacia
y
corrupción
en
este
sector.
Pero
comprobamos
que
nos
ocultan
que
buena
parte
de
lo
privado
esta
corrompido,
es
corruptor,
y
ha
demostrado
una
enorme
ineficacia
e
ineficiencia.
Gracias
a
la
crisis
muchos
empiezan
a
considerar
que
lo
verdaderamente
obsoleto
e
inservible
es
el
capitalismo
actual.
Y
por
último
gracias
a
la
crisis
empezamos
a
darnos
cuenta
que
para
cambiar
todo
esto,
debemos
recuperar
la
equidad,
la
igualdad,
la
solidaridad
y
la
cohesión
social.
Solo
tenemos
un
grave
inconveniente..
¡
el
tiempo
para
ello
se
nos
está
acabando!.