sábado, 29 de outubro de 2011

Lo que nos espera...


Sostiene la peña de amigos en el café habitual, que entre la economía sumergida, la ayuda solidaria de las familias a los suyos, la falta de trabajo y de créditos bancarios; hemos caído en una especie de resignación y creencias falsas que nos conducen poco a poco hacia una especie de nihilismo social.

Que España va mal, incluso peor de como va realmente, se interiorizó con fuerza e incluso se responsabilizó de todo ello a la gestión de Zapatero, para de esta forma explicar de forma simple la crisis.

Recuerdan los amigos de la tertulia, aquel anuncio de un detergente que decía: “busque, compare, y si encuentra algo mejor, ¡cómprelo!”
Aquí y ahora pocos son todavía los que observan, comparan y si descubren algo mejor ,en cualquier comunidad autonómica, o en un País de nuestro entorno, deciden votar ese modelo u opción política...

Por ejemplo: si nuestra sociedad en su conjunto observara y reflexionara sobre lo que acontece en Galicia, Madrid, o Valencia gobernadas por el PP, llegaría a conclusiones comprometidas electoralmente para Rajoy, al confirmar de este modo como se gestionan allí los servicios y competencias exclusivas, tales como la sanidad, o la educación entre otras, en manos de la derecha española y su modelo económico y social.

Si así fuera, el modelo social demócrata tendría todavía un respaldo importante, sobre todo por aquellos que necesitan tener unos servicios públicos - remozados y mejor gestionados - y unas prestaciones sociales básicas, para resistir y sobrevivir a esta crisis.

También comentamos en la sobremesa, que a seis meses de la victoria electoral del PP en ayuntamientos y comunidades autónomas, poco o nada ha cambiado para mejor en los mismos; las cosas no han hecho más que empeorar iniciándose tímidamente el deterioro de la esperanza en el cambio, a favor de los conservadores y sus soluciones.
Se empieza en consecuencia, concluye la tertulia, a notar cierto disgusto y frustración social con las soluciones del PP allí donde gobierna, pero ello es todavía una percepción incipiente, muy leve, que afecta a pocos electores, por el momento...

Hubiera sido necesario prorrogar unos meses más las fechas de las elecciones generales,se opina , porque al seguir observando los resultados y los remedios del PP allí donde gobiernan, es decir, las gestiones de sus alcaldes y de los presidentes de sus comunidades autonómicas, y sobre todo, la falta consciente y encubierta por no dar a conocer el verdadero programa de Rajoy; iría haciéndose cada vez más claro y explicito lo que nos espera...

luns, 24 de outubro de 2011

CARTA DO CUCO


Queridos amigos:
Cóntame o Cuco nunha carta agarimosa que paso a relatarvos, que os asesores do actual Goberno da Xunta levan dous anos aconsellando que se goberne pouco, con moita mesura e moita austeridade, incluso con ruindade se fora preciso, porque tense descuberto, por estes sabios, que gobernar en Galicia e :

Facer obras públicas ; aplicar impostos propios e distribuír a riqueza; atender a sanidade e a educación públicas... e axudar a criar emprego na Comunidade.
Todo iso, segundo eles, produce na poboación do noso País moita angustia existencial e rexeitamento a esas actividades molestas, como son ás de decidir algo, nos tempos difíciles e cheos de incerteza que corren.

A receita que lles suxiren eses asesores o noso Goberno, son as de criticar permanentemente a aqueles que están a gobernar en España ou en algún, poucos, concellos galegos, e polo tanto a producir ansiedade na poboación, situación que se da moito mais mentres non sexan os propios, que atendendo a consigna están quedos...

No caso de cámbeo de goberno en España, e durante un ano a lo menos, abondará con botarlle a culpa e a responsabilidade do que aconteza e mais da ausencia de remedios, a mala xestión pasada dos defenestrados, e sobre todo o estado deplorable en que deixaron as contas os arrumbados polas furnas; porque: como sabemos “ non hai ausente sen culpa nin presente sen desculpa”.

E porque sen cartos todo o mundo sabe e entende que nada de nada se pode amañar.
Aínda que a algún Conselleiro e algunha consellería habería que vixialos de preto por non saber facer nada de nada incluso cos recursos que ten.

Dime tamén o Cuco, que na actual crise, os gobernos de toda Europa entenden que non se poden dar moitas solucións os problemas sen incomodar os ricos e poderosos, pero que estes xa atoparon un remedio moi eficaz para saír desta situación de crise que lles ten preocupados como é a de:

“Encomendarlle a xestión do público o sector privado, para así enterrar o que de intres social, poida ter a xestión pública, agora que xa sabemos que é ineficaz e ineficiente”.

Iso ademais, me di, conta co apoio de moitos medios de comunicación, dos expertos en economía de mercado; e dos faladoiros das radios e televisión en xeral, e, asegúrame o Cuco ter razóns determinadas polas enquisas que fai nas rúas e cos seus clientes, para afirmar rotundamente - polas respostas dos entrevistados- que moitos bos cidadáns, só se decatarán de ter perdidos os servizos públicos, cando teña elo acontecido, e non antes. Logo de que o asunto xa non teña volta atrás e precise utilizalos.

E por outra parte, e razoable chegar a conclusión de que ninguén pode gobernar un Pais coma o noso sen discrepar con apaixonante xenreira tanto no aéreo club como na taberna, nunha Terra, que conta con 230 festas gastronómicas, tres universidades, tres aeroportos, unha cidade da Cultura a medio facer, e, un ministro de Fomento que inviste mais nun ano nesta Terra, ca Xunta nunha lexislatura completa.
¡Así e imposible gobernar pouco pero ben!...







xoves, 20 de outubro de 2011

Méritos y Prestigio versus Mercado



Hace días comentaba con un responsable de la sanidad gallega un asunto fácilmente demostrable, cual es el de disponer en nuestros hospitales de un personal muy cualificado.
Le decía que contar con ello y ellos, era mucho más importante y necesario que los medios y recursos siempre insuficientes del Sergas, y que sobre todo, eran estos profesionales , quienes estaban sosteniendo - a pesar de las dificultades económicas actuales y de los errores de gestión -, la sanidad pública gallega al más alto nivel, y a un costo muy competitivo en relación con cualquier otro país europeo o americano. España está situada, como sabes, le dije, en el séptimo lugar del mundo en calidad sanitaria.

Le manifesté que en ámbito de la investigación acababan de ser valorados, siguiendo criterios muy científicos esos méritos, en los Rankings ISI de las universidades españolas, entre los años 2001 y 2010, y opiné al respecto que no había en nuestro País cosa más fácil de reconocer que el conocimiento y los logros ajenos, casi siempre extranjeros, ni asunto más dificultoso pero satisfactorio, que el admitir el éxito y prestigio de los de casa.

Le expliqué al respecto, que en la segunda edición de los “Rankings ISI de las Universidades Españolas según Campos y Disciplinas Científicas” sobre el nivel de investigación puntera, basada en los trabajos publicados en las revistas internacionales de mayor impacto, tales como : JAMA; Lancet; British Medical Journal, Genetics in Medicine; Annals of Oncology, etc... ponian de manifiesto de forma indiscutible los méritos de los investigadores de la Universidad compostelana, y se los concreté en el campo de la salud.

Llegados a este punto, creí ingenuamente que una buena noticia compartida sería una doble alegría. No fue así.
Este responsable, circunspecto y serio, - hay personas que poniendo la cara seria creen que lo que dicen es también razonable - , me comentó , que este nivel de investigación era, salvo excepciones, muy mejorable por otras vías que generasen mayores incentivos económicos y más exigencia profesional y resultados.
Nada bueno puede esperarse - me dije a mi mismo después de escucharle- de unos políticos o de una parte de la sociedad que confían en el mercado para resolver los problemas de la salud.

Cuando se trabaja con la idea fija de que todo lo que es público es ineficiente e ineficaz, y que debe ser el mercado el que resuelva todos problemas, entre los que se encuentran también los de la investigación y la salud, se está intentando convencernos por parte de los muñidores del cambio que viene, que es necesario adecuar este sector, y otros, a las propias exigencias de ese mercado, y no de las necesidades de los ciudadanos.

A pesar del escepticismo de mi interlocutor, insistí tozudamente en dar más argumentos a favor del Ranking, con varios ejemplos de disciplinas en mi opinión relevantes, como las del área de Medicina Preventiva de la USC, que empatando con Farmacia e Informática se sitúan en el 4º lugar de la clasificación de entre las 36 universidades españolas. O el caso de Matemáticas que ocupa el primer lugar.

Siguiendo con la disciplina de la salud pública dirigida por el Profesor Gestal, le comenté que disponía de solo 8 investigadores, frente a las varias docenas de ellos en cada una de las Universidades de Barcelona, o de Madrid, y que a pesar de ello, estaba a su nivel superando a Madrid y a 32 universidades más en investigación, publicaciones y prestigio internacional.

Incluso, le comenté, alguna linea de investigación de esta disciplina, como la del Laboratorio de Radón de Galicia, dirigido por el Profesor Barros, era referencia en España, y que se había estudiado allí la relación entre el cáncer de pulmón y ese gas asesino, después de haber elaborado con poquísimos medios y mucho rigor el Mapa del Radón de Galicia, con más de 2500 domicilios evaluados. Iniciativa financiada por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Insistí en que se colaboraba desde allí por medio de proyectos y publicaciones, nada menos que con la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU); la Universidad de British Columbia (Canada); la Organización Mundial de la Salud; La Universidad de Surrey (Reino Unido) o el Mount Sinai Medical School de Nueva York (EEUU) entre otros prestigiosos centros.

Que se estaban desarrollando proyectos junto a grupos como ILCCO (International Lung Cancer Consortium); El GESEC ( Genetic Susceptibily to Environmental Carcinogenesis; o el International Radon Projet. WHO.

¿Conocías todo ello? , Le pregunté finalmente de forma poco correcta, pero triunfal.

Eso nada tiene que ver con lo que antes te dije, me replicó con gesto aburrido y displicente. Serían todavía más eficientes y mucho más económicos esos logros, de abordarlos desde el punto de vista que te indiqué antes... que es el camino que vamos a seguir...

Pero hombre, lo obvio, los hechos, no necesitan ser muy explicados, le dije, salvo que des por válido que los méritos de lo conseguido por la USC con estos proyectos y publicaciones,solo se puede cuantificar económicamente, si es así, entonces es que ignoras lo que es la investigación, el prestigio y el valor social que tienen aquellos profesionales que dedican sus mejores esfuerzos a estudiar y resolver problemas, sin pensar en hacerse ricos, ni hacer ricos a los demás.

Y lo lamento pues eres tu uno de los que debías de apoyarlos más en nombre del interés general, le dije sin poderme contener.
Y es que me pierde la pasión de mis convicciones que debería de poder explicar sin alterarme, porque sino acaban pareciéndose a prejuicios irracionales.

Con la misma me marché dándole vueltas al valor de la investigación, de los méritos científicos y del prestigio en crisis, y también de un mercado, que se ha vuelto muy violento e ignorante, pero que cuenta con aliados muy poderosos.












luns, 17 de outubro de 2011

Unha porta pechada



Pedín ó Cuco entrevistalo por última vez pero non contestou nin as miñas chamadas telefónicas, nin os correos electrónicos que lle enviei. Xa estaba o tanto do peche do periódico.
Agora recordo que en moitas ocasións anteriores aconselloume que a mellor forma de respectar os lectores do Xornal era escribir para eles considerando que eran intelixentes.
Que non me preocupara moito do estilo, porque o estilo nunca pode estar por riba do que ti lles queiras contar...
E que lles quería contar?, sei que lle respondín un pouco desconcertado daquela.
As túas emocións e as túas razóns, me dixo.
--Escrebes os teus motivos de insatisfacción para compartilos con eles...que é un xeito de deixar unha minúscula pegada; de te comprometer.
--Escribir sempre se fai para outros, sentenciou.
Contesteille, por responderlle algo, que os do Xornal de Galicia limitaran a un folio o que eu debía escribir?
--Os lectores intelixentes non precisan da túa prolixidade para te comprender e aturar, me dixo bruscamente. No Xornal de Galicia deixáronte escribir todo canto lles mandaches nese folio ou no?
Si e certo, lle comentei polo baixo.
--Pois logo nada te limitaron, e nada te censuraron.
-- Escribes nese periódico incluso crónicas moi criticas, pero poucos saben que só deixas constancia do que moitos de nos te contamos nas entrevistas. Somos nos, os que ti chamabas teus personaxes, os que fixemos o mellor do teu traballo...
--Nos fomos tamén, quen descubrimos para ti o valor da independencia; do importante que é a imaxinación; nos fomos, os que te recomendamos que utilizaras a ironía sen rancor; e que te dirixiras os lectores a traveso do corazón mais que da razón, porque é o corazón sempre quen atopa e quen encontra o mellor de cada un dos lectores.
--Nos te advertimos, que O Xornal é un obxecto a destruír por parte de aqueles a quen lles molesta a critica política, sobre todo si esta critica se dirixe os que se resisten os cambios...
-- A liberdade para escribir, e, hoxe en día, un luxo que poucos poden permitirse salvo as veces falcatruadas en internet. A historia nos mostra cos poderosos oprimen e desfán os que lles molestan en canto teñen a mínima oportunidade.
--Si algún día pechan ese periódico contaranche despois que non era rendible, que debíanse cartos a moreas... Non hai peor cousa que crer certas informacións e solucións como boas, cando non o son...
Fíxome o Cuco prometer naquela entrevista primeira, que si pechaban O Xornal, eu debería seguir escribindo nun blog.
Voulle facer caso aínda que non me lea ninguén.
De elo depende que non morran amigos como : O Cuco, Gumersindo; Gabino; Serafín, Evaristo ou Avelina...e eu tamén un pouco...




domingo, 16 de outubro de 2011

O Virus Parvo Papilonar

Visito o vello Cadrís de Souto, menciñeiro de sona, home hermético, co obxecto de saudalo e pedirlle algún remedio caseiro para o meu curmán Pablo, que padece unha estraña enfermidade que lle produce unha constante ansiedade e unha preocupación excesiva polas súas imaxinarias doenzas.
Ten frecuentes taquicardias e disfuncións dixestivas. Tómase o pulso, a temperatura e a tensión arterial varias veces ao día. Está atento a calquera comentario público e televisivo sobre os síntomas que cre padecer. Consulta compulsivamente prospectos, vademécums, informes clínicos para saber algo máis sobre o que padece persoalmente. Escoita opinións, le artigos especializados e atende moitas razóns sobre a súa enfermidade pero segue sen atopar en parte algunhas solucións concretas para o seu mal.
Cadrís, agradéceme a torta de Santiago que lle levo como agasallo, proba un bocado dela, detecta a améndoa abundante e sentenza: ovos, azucre e améndoa... É autentica, das de antes... A continuación coméntame: “Estasme a describir unha vella enfermidade producida polo coñecido Parvo virus Popular ou Papilonar”. Cadrís é un menciñeiro moi lido.
- Trátase dunha enfermidade moi común hoxe en día, que se transmite por varios medios, incluso os de comunicación; un virus que tamén se coñece como o da labazada colectiva, provocando malestar xeral, tristeza e problemas de auto inmunidade que poñen en evidencia falta de resposta ante as agresións dese bicho.
Hai que abandonar toda esperanza nos remedios convencionais e reforzar as defensas internas de cada un, dime finalmente.
“E como se consegue iso?”, pregúntolle.
- Home pois sen separar tanto o enfermo da enfermidade. Porque así convértense os enfermos en clientes, pero non en persoas, e cando se illan as persoas da enfermidade calquera problema fainos moi vulnerables.
- A solución é renunciar aos remedios que recomendan os médicos e os expertos, porque conducen á tristeza e a non loitar con bo ánimo polo benestar persoal e colectivo.
- Ou cambian de actitude todos os enfermos ou non hai menciña dispoñible no mercado actual.
“O poderoso virus Parvo Popular”, remata caviloso o señor Cadrís, “débese estar a fregar as mans de tanto dano social como está a provocar e ca aceptación submisa da poboación afectada”.
Cando retorno da casa de Cadrís de Souto ocorréseme pensar que lle debeu animar a torta de améndoas do amigo Santasmarinas, porque hoxe, cousa rara nel, estaba pouco ambiguo e sibilino...

O turrón duro e malo de roer


Rigoberto, irmán pequeno de meu avó, tivo dezasete fillos coa súa dona Rosario. Comían na súa casa en quendas de oito ou nove en dúas sentadas. Tiñan un campanil como as da consagración das igrexas no comedor que Secundina, a rapariga de servizo, tocaba cando acababa a primeira quenda, a dos máis pequenos, para dar entrada case sempre en tromba dos esfameados á segunda quenda, o dos maiores. Ao rematar os fillos, o matrimonio e Secundina sentaban a comer xuntos de forma pousada, mentres comentaban decote o caro que estaba o xantar.
Un Nadal, Rigoberto, facendo un gran esforzo económico, mercou varias libras dun turrón barato que levaba por nome ou marca comercial Rocinante. Ao día seguinte a Noiteboa, Dona Rosario atopou no cubo do lixo varios anacos dese turrón a medio comer. Reuniu os seus dezasete fillos e preguntoulles un por un quen era o responsable dese estrago...
Fíxose un silencio ominoso que rompeu ao entrar en escena Secundina que, advertida do asunto, exculpou os rapaces e manifestou ser ela a que arroxara ao lixo parte do turrón. Rosario, perplexa, pregúntolle a razón diso e a resposta non se fixo esperar: “Señorita, chupar chupei ese doce, pero non pretendería vostede que lle comese tamén os ósos!”.
O recordo desa anécdota que se contaba na familia faime lembrar o difícil que é facer unha transición política, asumindo os novos gobernantes a continuidade e as responsabilidades da situación en tempo de crise. Escoitamos estes días por parte do PP que aquelo que se prometeu amañar polos seus gobernos xa non vai ser posible levalo a cabo porque as dificultades económicas son unha enorme sorpresa coa que non se contaba en absoluto.
Chama iso moito a atención en tempos nos que o debate e a información presupostaria anual; o control da legalidade de interventores nas administracións; e as centenares de comisións informativas ao longo do ano son, polo visto, inútiles para coñecer a situación das finanzas. O problema non parece que sexa ese, recorda máis ben o conto daqueles malos turróns duros.
Roelos, o que se di roelos, é máis difícil que presentarse en campaña electoral como os salvadores retóricos dos problemas da cidade, da autonomía e mais do Estado con solucións xerais para todo. As denuncias da escaseza de recursos económicos, os endebedamentos dos concellos e administracións autonómicas, os chamados buratos, que agora aparecen por todas partes, anuncian a imposibilidade solucionar os problemas polo PP ou xustifican a súa inacción.
A crise é unha oportunidade para demostrar que con poucos recursos, boas ideas, austeridade real e honradez se pode seguir atendendo os cidadáns, iso si, aproveitando ben ata os osos... E tamén serve para coñecer os falabaratos que aspiran ao poder polo poder.

sábado, 15 de outubro de 2011

A lingua é o noso pasaporte


Atilio Bicudo é un pragmático e solitario ideólogo lingüista cunha soa teima desde sempre: que se falara en Galicia un idioma, ademais do castelán, que nos servira para obter vantaxes complementarias sen moito esforzo.
–Teño chegado o convencemento hai moitos anos –dicíame onte– que ese idioma é o portugués, e aínda que ninguén me fixo caso algún, vouche explicar porque o pensei sempre así:
–Esa lingua –o portugués– ten a súa orixe no galego-portugues que se falaba en Galicia e no norte de Portugal como sabes ben. Polo tanto, non era nin é un idioma estraño e alleo para ningún de nós, senón o mesmo co galego pero máis evolucionado.
–Ese idioma –o portugués– é un dos máis cultos, fálase ademais de en Portugal, en Brasil, Angola, Mozambique e ata en Macau, ven sendo a sexta lingua máis falada do mundo, ou a terceira do occidente despois do inglés e do castelán.
Polo tanto, coma podes comprobar –díxome– é bastante universal, e canto máis cosmopolita é un idioma máis convén aprendelo e falalo para ter máis xente con quen intercambiar cultura e máis para mellor se entender e negociar, porque en boa medida os meus son os que falan coma min...
–Despois desto direiche que o que está a acontecer co noso idioma propio nos últimos tempos non houbera pasado nunca de terse progresivamente reconvertido e integrado o galego en portugués.
–Levamos anos loitando por manter unha lingua que ten servido máis como arma de enfrontamento político e social que como vehículo de convivencia e comprensión; anos explicando o obvio: que o galego é parte da nosa identidade e singularidade, e cando se ten que explicar o incuestionable é que as cousas non van ben; anos pelexando entre a imposición e a prohibición. Anos nos que o pai do portugués non pode abrazar ó seu fillo...
–Eu coido que de terse adoptado ó portugués como a evolución natural do noso galego, hoxe ninguén discutiría en Galicia o bo que sería dispor de dous idiomas propios e universais; e ninguén dubidará que iso se podería ter feito sen apenas esforzo nun par de décadas pola enorme afinidade e semellanza entre os dous idiomas.
–Teriamos unha televisión galega vista aló e aca, unha cultura máis ampla, unha ciencia e unha literatura máis abondosa e dous xeitos de expresar a vida.
–Ademais, quen se atrevería a pór en dúbida a utilidade dun idioma que falan douscentos cincuenta millóns de persoas no mundo...?
– Galicia falando portugués sería máis atractiva para moitas empresas a se implantar aquí. Se ademais aprendéramos o inglés isto collía o camiño de seren a Suíza da Fisterra.
–Se Galicia falara portugués, Feijóo sería o mellor defensor do noso idioma propio e comprendería mellor a política de Pedro Passos ou Durao Barroso.
–Presumiríamos de ter lido a Cardoso Pires ou de Pessoa, xunto con Suso de Toro ou Celso Emilio Ferreiro.
–Coñeceríamos máis dos viños do Ribeiro e Verdes do Miño; compartiríamos o queixo San Simón e o de Tetilla cos de Azeitao e o Trasmontano, as tripas cos nosos callos, e o sarrabulho co noso cocido..
–As comunidades autónomas con idioma propio mirarían para nos con envexa non disimulada porque douscentos cincuenta millóns de falantes pesan moito...
–E, porque falar a lingua dun Estado veciño é seren un pouco Estado tamén. E iso politicamente ten o seu aquel… Xa me entendes non?
–Non foi así, non se atreveron con elo os expertos nin os políticos nosos, tiveron medo a crecer e máis a evolucionar…
–Quixeron que foramos máis autóctonos, que tiveramos máis autonomía a costa de seren menos universais no idioma... e, trabucáronse… porque a lingua é o noso mellor pasaporte.
Non sei se terá razón Atilio, pero algunhas cousas das que di, ¡dan que pensar...!

Os miróns do "Gran Hermano"


Pechou a canle CNN+ por motivos económicos e con el desapareceu un dos programa de debates e informativos privados máis serios,ecuánimes, contrastados e rigorosos cos que contabamos neste país.
Unha vez adquiridos os dereitos de CNN+ por unha cadea privada, foi inmediatamente substituída a súa programación por outra coñecida como ‘Gran Hermano’, un programa no que se informa en vivo e directo as vinte e catro horas do día, sobre o que acontece cun grupo de persoas pechadas nunha casa.
Os espectadores-miróns do programa, e dicir, aqueles que están pendentes observando cada movemento, exclamación, e xesto dos protagonistas, mentres a eles lles aumentan previsiblemente as súas taxas cardíacas e o suor con cada unha das intimidades ou opinións dos mesmos, ao parecer son bastantes a calquera hora do día ou da noite.
Tanto é así, que xa igualou e superou a chamada cota de pantalla que tiña a extinguida CNN+, por parte desa televisión en só unha semana.
Ese “reality”, pásase en sesión continua con cámaras fixas nunha casa alugada e con mensaxes e opinións simples dos espectadores en forma de SMS, que así autofinancian o espazo, deste xeito a cousa sae barata, ten certa cota de pantalla e non produce perdas, iso é todo o que esixe o mercado.
Nos anos 80, Brian de Palma xa tocou o tema dos miróns na película ‘Dobre Corpo’ con protagonistas como Melanie ­Griffith, e por Deborah Shelton; pero aquilo era outra cousa.
O actor voyeur, un tal Jake (Craig Wasson), contaba para as súas observacións cun telescopio e pasábao en grande observando a Gloria (Deborah), unha bela muller, mentres ela se espía e facía outras cousas morbosas na intimidade do seu apartamento que caía xustamente fronte o seu. Guión moito máis suxestivo, artístico e personalizado cá cama redonda babeca e colectiva do Gran Irmán.
Pois ben, substituír un informativo conducido por bos profesionais por ese outro programa, é unha proba evidente do que é capaz de ofrecer a televisión a un sector da poboación. Dálle igual ao mercado e a este medio do ramo neste caso cambiar un programa informativo ou un espazo de entretemento de calidade por outro, aínda que só sirva para embrutecernos, sempre que o asunto sexa rendible en termos económicos.
Velaí unha diferenza de fondo, de forma e de control social, entre a televisión estatal e autonómica e unha determinada televisión privada.
Se a televisión pública competise coa privada neses ámbitos e programas, non tería razón algunha de existir. Sería sinxelamente un gasto inútil e unha competencia desleal.
Agora que empeza a falarse da privatización parcial da TVG, a través de indicadores como: o peche das delegacións galegas territoriais, a cesión pola mesma de espazos a canles privadas,ou das declaracións de responsables políticos, sería interesante preguntarse se a desexable calidade; a información construída de acordo co interese común; e o servizo público que debe supor a nosa televisión autonómica –que tamén pode darse en casos excepcionais na privada– vaise manter, coas reformas necesarias, ou se pola contra, os “grandes irmáns” da política ao servizo do mercado forzarán a moitos cidadáns a ser miróns pasivos de programas lixo na nosa televisión baixo o argumento de racionalizar gastos que só agochan as máis das veces intereses comerciais.
Convén recordar outra vez , o papel de normalización lingüística ou o motor que significa para decenas de empresas galegas do sector audiovisual, a televisión pública, que dificilmente cumprirá a privada.
Estamos quizais no principio non dunha mellor televisión galega, senón da televisión que desexa e precisa o mercado, iso si, en nome da liberdade de expresión e dese conservadorismo que defende a liberdade individual, pero que se desentende de cómo levala a práctica na sociedade.

Un gas asasino chamado radón


Rematou un curso de Formación Continua da Universidade de Santiago de Compostela, impartido no Hospital Clínico Universitario, sobre: “O radón, risco para a saúde e solucións para a súa redución”. Durante toda unha semana presentáronse diante dos alumnos diversos relatores deste problema desde profesores da universidade a profesionais da construción, arquitectos, empresarios e distinguidos políticos.
O radón é un gas asasino e silencioso que a comunidade científica chama “gas nobre”, porque quizais coñece como don Mendo que nunca falta un nobre que amole máis da conta… O radón sae silandeiro do terreo; se vai directamente á atmosfera dilúese e non fai mal a ninguén, pero, se ao saír espontaneamente o fai por baixo dunha vivenda construída, cólase sen permiso por gretas, fendeduras e fisuras e tende a acumularse no interior dela, e se vostede vive nesa casa e se lle ocorre respirar, cousa que deberá facer mentres estea vivo, inhala o gas e incorpórao como axente canceríxeno ao seu torrente respiratorio. Se o radón é abundante na súa casa e vostede está moito tempo esperto ou durmindo na súa compaña, aumenta o risco de padecer un cancro de pulmón.
No caso de actuar conxuntamente a exposición ao radón e o hábito de fumar, vostede multiplica o risco de contraer a enfermidade entre 25 veces en Europa e unhas 46 veces en Galicia. Nestas peleiradas imos tamén por diante de medio mundo, deseguida comprenderá o seu por que.
Calcúlase polos científicos que existen aquí, un 16% de vivendas contaminadas con altas cifras de concentración de radón, estimándose que son máis de 450.000 cidadáns os que están expostos a enfermar, porque Galicia é unha comunidade que ten moitas rochas de granito onde se atopa o uranio-238, pai de toda a radioactividade natural, que se transforma primeiro en radio -226 e do que sae despois o gas radón en cuestión.
Chamaron a miña atención no curso varias cuestións. Primeiro, a xeral desinformación social deste inimigo invisible; segundo, o descoñecemento técnico sobre a súa redución, ou o que é peor, as informacións cheas de prexuízos sobre esta que na práctica é sinxela e moi económica; e terceiro, a pasividade permanente e neglixente da Administración do Estado e mais da autonómica sobre as medidas lexislativas a tomar.
Se o Estado, no Código Técnico da Edificación, non esixe aínda prevencións específicas sobre o problema, nada debera impedir que o Goberno da Xunta de Galicia, con competencias exclusivas sobre saúde e vivenda lexislara sobre esta cuestión. Sobre todo, tendo en conta a nosa especial situación de risco. Deberíanse medir, nas zonas declaradas nos mapas de radón como áreas de alto risco, o gas existente nas casas, e unha vez medido, se fora o caso, aplicar as medidas corretivas ou redutoras. Porque empregar os coñecementos presentes en corrixir os danos do futuro é sempre a esencia dun bo goberno.
Profesores participantes no curso como o seu Director, o Doutor Xoán Barros Díos da nosa Universidade, o doutor Luis Quindós Poncela da Universidade de Santander, ou José Luis Martín Matarranz do Consello de Seguridade Nuclear veñen investigando e traballando arreo desde hai máis de vinte anos neste asunto que afecta á nosa saúde. Actúan co mesmo espírito que Moisés: todos eles saben ben que a Terra Prometida está moi lonxe, aínda que endexamais deixaron de camiñar cara a ela…
Outros asistentes ao curso como a senadora María Jesús Sainz, que pediu hai meses na Cámara Alta un acordo sobre o control e correción do radón conseguindo a unanimidade; un arquitecto como Borja Frutos da Fundación Torroja, que apuntou sinxelas medidas de redución ao alcance de calquera, ou presenzas do tamén arquitecto Xerardo Estévez e do promotor e construtor Otero Pombo, puxeron en evidencia a existencia dunha vangarda de políticos e profesionais intelixentes e sensibles para enfrontar este problema.
A pesares de todo, sei que un día destes, e moitos anos máis escoitaremos dicir: “ Fulaniño de tal morreu dun cancro de pulmón, e non fumaba!”.

Serafin, un quiosquero de Vigo


Serafín, el quiosquero, se volvió incondicional del método científico a golpe de leer diariamente los titulares de los medios de comunicación. Tiene Serafín un quiosco de prensa y revistas en una céntrica calle de Vigo con vistas al mar, como él dice, y desde hace años descifra y resuelve las noticias a cuenta de los encabezamientos de los periódicos. En la venta de estos, suele añadir un comentario o una opinión propia, que sirven “para aclarar al cliente lo que quieren decir los periodistas y no les dejan escribir los jefes de su redacción”. Mantiene el quiosquero, que con dos o tres buenos titulares de un asunto extraídos de varios periódicos, excusa uno leer nada más. El resto, asegura, es tener sentido común, y saber escuchar la opinión de la calle.
A sus habituales compradores y mientras les despacha el pedido, les va adelantando lo más destacable de las noticias:
− Don Manuel, lea usted lo que dice hoy el Faro de Vigo sobre los parados mayores de 55 años: “Más o menos, un viaje a ninguna parte”.
− Don Luis, mire usted el titular del Xornal de Galicia sobre la crisis económica mundial: “Es como un símil de las goteras de las casas, algo se estropeó arriba, y acaba mojándonos a todos”.
− Don Xosé, fíjese lo que escribe El Correo Gallego sobre la sanidad pública: “Al igual que acontece con los euros, el pan, o la libertad, solo la echaremos de menos cuando nos falte”.
Serafín se define espontáneamente como un hombre que en la religión es católico pero anticlerical, en economía, socialista-reformista, y en lo político, un liberal humanista. Como no creo en las ideologías globales, me dice, ese es mi modelo.
Con convicción me aclara lo siguiente:
− Soy un hombre que se hace muchas preguntas, un hombre que quiere encontrar respuestas que encajen con la realidad y como la realidad depende del modelo que elijas para vivir, solo tengo que ir comprobando si mis observaciones responden o no a mi modelo; si este da una buena explicación a lo que acontece aquí y en el mundo, entonces es válido. Pero si no casa con las observaciones ni explica bien los resultados, entonces es que alguna pregunta está mal formulada, o el modelo no es bueno. El mío es correcto, lo he comprobado mil veces.
No acabo de entenderlo de todo, le dije, después de escucharlo con atención.
− Es normal –me responde– tú no debes tener la costumbre de hacerte preguntas que se ajusten a un modelo concreto de vida; porque vivir es, sobre todo, preguntarse ciertas cosas importantes con todos los datos de que disponemos, encontrar respuestas y ser coherente con ellas, lo demás, lo de la mayoría de la gente, es simplemente ir sobreviviendo.
Ahora entiendo un poco más por donde va usted, le dije algo molesto, pero me gustaría que lo concretase con un ejemplo. No se hizo esperar:
− En mi modelo no encaja que en la actual crisis y ante la agresión que sufre, la sociedad no se pregunta casi nada y cree que los derechos adquiridos son derechos naturales; o el por qué algunos políticos confían en el mercado al buscar fórmulas privadas a servicios y prestaciones públicas como la educación, la sanidad, las pensiones o la atención los más débiles. No tiene solución, en mi modelo, un mercado capitalista que no desea, ni es su objetivo, convivir con el pleno empleo que trata de evitar, el derecho a una vivienda que para él es una mercancía más, o con una pensión pública y no privada… Esas situaciones, no cuadran con una actitud cristiana de la vida o con una economía al servicio del interés común, ni con la libertad, que poco vale sin igualdad de oportunidades. Por ello no se adapta mi modelo a ninguna de estas observaciones y datos. ¿Entendiste ahora?
Después de esta conversación con Serafín, empiezo a comprender mejor al mercado y sus reformadores, que las propias reformas…

Cita con Rama


Ese es el título de una misteriosa novela de ciencia ficción, en la que una inmensa nave extraterrestre se aproxima a la Tierra. No están muy claros en la novela los propósitos que persiguen quienes hayan construido esa nave, que no aparecen en ningún momento, y que después de muchos avatares la hacen pasar de largo ignorando nuestro planeta, perdiéndose más allá del sistema solar a gran velocidad.
La conclusión a la que se llega después de haber investigado dicha nave con una expedición terrícola “ad hoc”, es que los Ramadianos, –así les llaman a los seres que debieron construirla–, lo hacen todo por triplicado.
Aquí, en Galicia, sentimos en la práctica como propios esos modos galácticos y por esa razón y alguna otra hacemos también cosas poco comprensibles para los foráneos. Tenemos por ejemplo, la obsesión de construir todo lo público por duplicado como mínimo o por triplicado mejor. Especialmente si lo costea el Gobierno de España. No está clara esa exigencia constructiva de Galicia ni el objeto o el fin de porque se hace así. Hay quienes lo achacan a cierto minifundismo mental, pero son los menos.
Tres aeropuertos; tres universidades; dos puertos exteriores, dos autovías con la meseta, un AVE con tres conexiones, tres facultades de medicina, etc.
¿Qué sería de nosotros sin los tres aeropuertos? Sin duda, teniendo en cuenta que somos viajeros obsesivos, nos veríamos muy limitados en nuestra huída terapéutica y masiva del país.
Tenemos tres universidades: Este nivel de competencia e investigación ya sabemos que es caro, muy caro, pero es posible lograrlo aquí y mantenerlo gracias a nuestra riqueza económica derivada de la producción de patatas de Coristanco, sardinas de Portosín, hoteles con encanto de Compostela, y berberechos de Testal.
Tenemos dos puertos exteriores en construcción, uno en aACoruña y otro en el Ferrol. Uno de ellos, el de A Coruña, lo estamos construyendo en mar abierto con los recursos económicos que nos envían de Europa y del resto de España gracias a una conocida negociación llena de altruismo y generosidad.
Es algo insólito, arriesgadísimo y no experimentado en ningún otro lugar. Y estamos orgullosos de que este puerto cueste casi el doble que la Ciudad de la Cultura, aunque de ese extremo hablamos y escribimos poco porque más vale pasarse en el precio que gastarlo en mala mercancía.
Ahora tenemos un Gobierno con mayoría absoluta –que equivale por ejemplo a tres BNG–, y que ya extrañábamos en Galicia después de cuatro años de solo tener uno solo y “bipartido”; tres o mayoría es siempre aquí el número importante a mantener como tradición.
Solo nos resta, para parecernos más a los ramadianos de Clark una clara división tripartita nacional gallega con: el idioma, el territorio y los ciudadanos. En ello parece que trabaja este nuevo Gobierno gallego. Y creo que si no se apura más en ello es por dos razones:
a) Los únicos y mayoritarios grandes pilotos del país, no tienen en estos momentos motores de impulsión lo suficientemente avanzados,
y b) El presidente de Galicia, Comandante en Jefe de nuestra querida nave galaica, don Alberto Núñez Feijóo tiene el alma satisfecha con este presente y no nos quiere prometer nada del futuro…

O señor Roncudo


Señor Director: non sei se vostede coñece que existe un oráculo en San Adrián de Corme. O pitoníso despacha nun con da Praia da Ermida unhas veces, e outras veces ( se chove) na Furna de Osmo.
A profesión de adiviño como vostede sabe é o segundo oficio mais vello do mundo, e, na nosa Terra ten bos especialistas.
O señor Roncudo que é como se lle coñece a este meigo noso, é un sabio que máis que deducir cientificamente, adiviña sen doutrinas. O asombroso é que acerta de cheo nas predicións as máis das veces con unha precisión arrepiante o consultado.
O señor Roncudo ao igual cós clásicos vellos gregos non coñece a incerteza, quizais porque non estudou a Heissemberg.
Eu, señor Director confésolle que consulto de cando en vez co señor Roncudo asuntos de política, economía e sociedade, e o fago por ter perdida a fe en expertos e catedráticos sempre sometidos a ríxida formula maxistral galega que de xeito resumido ven dicir “ se non é boi, é vaca”.
O señor Roncudo cobra honorarios polas consultas. Os máis caros os relacionados ca economía, os máis baratos os asuntos laborais como o desemprego e paro. Estes son case gratuítos, coincidindo neste punto curiosamente cos responsables da CEOE.
Precisamente fai días preocupado polas enorme cifra de parados e, os problemas do traballo, acerqueime por Corme para obter unha predición fiable e algunha posible solución do adiviño nesta cuestión palpitante.
Roncudo miroume ao rematar a miña formulación entornando os ollos, e con certa altiveza agresiva preguntoume de súpeto onde traballaba e canto gañaba ao mes... Eu ben coidei que estaba a matinar a posible factura contributiva. Equivocábame.
Díxome de xeito algo airado: “Sendo funcionario e cobrando o que cobras, nin sabes o que é o paro nin entendes o que é unha necesidade, tí o que tes é curiosidade non preocupación.”
Ti cres sinceiramente que moitos funcionarios; moitos executivos importantes, moitos empresarios creerían nas receitas que propoñen se as tiveran que aplicar neles mesmos? Eu así non traballo. Ti non buscas respostas, andas na procura de escribir un articulo en Xornal de Galicia.
Velaí señor Director como Roncudo dun xeito ou doutro sempre acerta... Xa lle contarei.

Don Evaristo, mestre de escola


A pedagoxía pode ser un unha cuestión de estímulos pero precisa sempre de mestres que os saiban incitar nos seus alumnos. Coñezo a un deses mestres de escola que de xeito sinxelo explica as cuestións máis complicadas de forma moi orixinal. Don Evaristo, que é así como se chama este mestre, deu clases no Courel durante moitos anos e polo visto a altura osixenoulle as ideas. Agora tense achegado “por puntos” a Compostela e imparte coñecementos básicos para a vida, segundo manifesta: “non só de letras e ciencias illadas unhas das outras, senón de todo elo relacionado”.
Don Evaristo é moi afeccionado ás ciencias naturais. Tantos anos en contacto coa natureza no Courel acabaron por marcar as súas diferenzas encol dos gustos intelectuais cos mestres da cidade. O caso é que sempre atopa relacións entre as matemáticas, a filosofía, a literatura ou a física, para mellor expoñer ós seus alumnos calquera cuestión. Os Gases Perfectos de Gay-Lussac son o seu ideal físico dun comportamento axustado as leis. Di Don Evaristo, que os Gases Perfectos son así porque responden a condicións de presión, temperatura e volume e dan sempre curvas exactas e repetibles. Ao respecto, advírtelle os seus alumnos que as realidades dos homes son outra cousa menos perfecta, porque non se axustan ou comportan así, e por iso case sempre acaban frustrándonos cando non calculamos ben entre o resultado final e o esperado.
Onte comentábame un alumno seu, que Don Evaristo, lles tiña posto como exemplo despois de ler o periódico na clase, as raposadas dun coñecido político que serviu fai tempo ás ordes de Manuel Fraga e hoxe ás de Feijóo.
Agora, díxolles: “asina rotundos artigos, con solucións sobre a crise económica como o que ven neste diario. Por iso antes de ler estas opinións e crelas sen máis, debedes procurar coñecer a vida e as cousas que fixo no seu traballo o autor, neste caso o político, para comprobar canto se aproxima ós gases perfectos, é dicir ó ideal que agardamos entre o dito e ó feito”.
Porque, segundo Don Evaristo, ese personaxe tiña por norma buscar sempre desculpas externas dos erros de vulto que cometía e dos seus incumprimentos, que eran moitos. E así, as diferenzas entre o que dicía ía facer e o que facía na práctica eran enormes... Igual que cando variamos as presións e as temperaturas dos gases...
Hoxe, comentou Don Evaristo: “a responsabilidade do que está a pasar no Goberno de Galicia, e ás persoas que están á fronte do mesmo, empezan a semellarse a este político, porque os erros e os seus incumprimentos: ou son competencia de Madrid, ou son consecuencia da crise, ou débense ó mal feito pola oposición cando era goberno”. E claro está, como a nosa boa xente non coñece ou esquece a historia destes políticos; non comproba cal é a presión e temperatura social; nin calcula ben o volume de electores, obtén resultados imperfectos!, e así nos vai a todos...

O Cuco

Don Evaristo chegou alporizado a clase. Ao parecer despois de moitos anos como cliente dunha caixa de aforros non lle concederan un creto por causas que non chegou a explicarnos. Quizais por iso na clase falounos hoxe do cuco. Díxonos que serviría moi ben para poñer ao descuberto comportamentos lagarteiros de algúns homes e institucións. Os cucos, comentou: son paxaros que reparten os seus ovos en niños doutras especies como as carruxas ou os paporrubios. Unha vez os ovos rompen a casca, o cuquiño expulsa e tira pola borda nun descoido os seus medios irmáns, e logo esixe a gritos aos seus pais adoptivos que o alimenten. Os pais crían e atenden con agarimo a este que cren fillo único sen se decatar que manteñen a un parasito, a un oportunista desaprensivo e a un estafador. Pois aínda que vos custe traballo crelo, aclarou Don Evaristo, algúns homes e mulleres aprenderon a imitar moi ben o cuco e as súas raposadas, colándose dentro dos niños da política e da administración como cabalos de troia, dispostos a servir intereses alleos ao ben común.
Pódese, por exemplo, cualificar un terreo porque lle convén a un promotor; ou adxudicar unha obra ou servizo indebidamente, e só fai falla un cuco polo medio. Estes cucos conseguen as cousas co mínimo esforzo e sempre a costa do traballo e da confianza que os demais teñen neles, pois son como se foran da familia.
A desgraza, comentounos o mestre, é que boa parte da nosa sociedade os admira e considera moi intelixentes, cando non son máis que raposeiros a secas. E o peor é que a moitos deses admiradores lles gustaría ser tamén cucos. Hai moitos tipos de cucos, seguiu explicándonos, eu ben sei que están aniñando entre empresas e nas finanzas especialmente coa compracencia e interese de algunhas xentes dos negocios.
Tamén hai cucos nas caixas de aforros, institucións que viñan desde sempre atendendo as necesidades de pequenos aforradores coma min, dos pequenos negocios, e desenvolvían tamén unha obra social. Algúns cucos desde o cerne das caixas desviaron parte destes obxectivos cara o mundo da construción, dos grandes negocios e da especulación. E agora, na crise, ninguén sabe que facer: se se deben fusionar e que mande unha soa en Galicia ou se desaparecer, e que manden outras de fóra ... máis cucas.
Nestas, un alumno dos pequenos preguntoulle o mestre na clase: E non hai forma de descubrilos antes de que nos tiren do niño a todos e nos fagan moito mal don Evaristo?
O mestre calmouse de súpeto e ollando con tenrura para el, sorriu e contestoulle :“Só hai unha forma de coñecelos e descubrilos Xanciño, pero hai que ter moita valentía persoal e política para actuar contra deles sen medo e ás veces sen moita esperanza.”
Coido que Xanciño non entendeu polo momento a mensaxe, pero estase preparando ben con don Evaristo para saber como facelo cando sexa máis grande e saiba máis dos trucos dos cucos... 

Faladoiros e comentaristas


Contábame un veterano periodista que hai dous tipos de faladoiros: os que organizan os grandes medios en horas punta de audiencia, con profesionais moi documentados e con importantes contactos, e logo, todos os demais. Teñen estes programas un obxectivo común: opinar e comentar sobre as noticias relevantes do día.
Estiven fai unha sema nun faladoiro os que se vai de boa fe, sen preparar nada, deses que se atenden por amizade. “Podes vir maña, que teño un oco, falloume fulaniña?” “¡Non faltaba mais alí estarei!
Contoume alí o director do programa que : “Os políticos veñen case por obriga, para defender as súas posicións como din eles, os demais por gusto a polémica, e haiche bos polemistas. Vouche presentar un deles”.
Presentoumo, e tiven ocasión de falar co comentarista afeccionado que me explicou con moita énfase antes de comezar o programa o seguinte: “Cada día e máis difícil construír un clima de tolerancia e colaboración se partimos de posicións ideolóxicas encontradas.” Miroume cos ollos entre pechados e sentín un arrepío. “Era mellor que non viñeran aquí ‘os políticos’”,dixo cuspindo as palabras.
É complicado, “facer diálogos diferentes aos politicamente correctos. Cómenche a moral os ortodoxos, as feministas, e ata os renovadores que veñen... Cada día costa mais falar de metas cobizosas sen molestar aos defensores da economía libre. Pero a pesares de todo, ¡gústame debater, rifar!. Por iso veño a estes debates”.
¡Quedei ca boca aberta escoitándoo! Falaba coma un político resabido, pero era so un amable empregado dunha tenda da cidade.
Pregunteille cheo de sorpresa que opinaba sobre a dificultade de preparar un faladoiro. Gustoulle o asunto e animouse outra vez... “Os comentaristas falamos do que nos mandan os xestores da opinión, é dicir os que deciden que sae ou non sae nos medios de comunicación. Non ó temos difícil, só hai que ler a prensa do día para saber de que temos que opinar.
E como o diario atende con preferencia os escándalos e máis os espectáculos, falamos desas bullas case en exclusiva.” ¡Así calquera pode ser comentarista nun faladoiro!, retruqueille.
Medio incomodouse e contestoume algo irado: “calquera non, como non pode ser músico ou poeta calquera polo feito de tocar as teclas do piano ou escribir un poema; hai que saber que tecla tocar, e como facer brotar emocións da alma do público”.
Xa abraiado de todo, volvín a preguntarlle por preguntar: “¿Non tedes algunhas veces discusións parvas?” Votouse a sorrir. Sentirlle rinchar os dentes como se os afiase antes de me atacar, e respondeu:
“So haiche un tipo de discusión babeca, a que se ten de cando en vez con persoas que entenden moito do asunto a discutir. Así non hai maneira. Se saben moito pérdese intres, espontaneidade e protagonismo.”
Marchei sen me despedir nun descoido do director antes de comezar o programa.
Xa non estou para estas lerias.

Don Xusto de Seráns, ex concelleiro


Don Xusto de Seráns, foi ata fai uns anos un político de vocación que exerceu a súa labor nun concello da Ría de Muros e Noia. Hoxe está xa retirado pola entrada claramente renovadora no seu concello dunha mociña de 19 anos, estudante de dereito e segura promesa  política segundo os dirixentes do seu partido. Gústalle a Xusto falar cos amigos no Bar das Furnas do que  entende por política real, que segundo o seu punto de vista só é aquela que “ten pouca maxia, pouca relixión e pouca desculpa”. É aquela política “na que se fan cousas útiles para a xente”, di resumidamente.
Fun entrevistalo á súa casa por dúas razóns, a primeira pola vella amizade que nos une, a segunda porque prepara –se o avisas con tempo– as mellores empanadas de toda Galicia, cunha sabia mestura de fariña de centeo e millo, unha zaragallada, e un polbo macho da ría...
Na conversa,  foime  debullando opinións e recordos sobre o seu traballo municipal. Algunha destas reflexións as escribo tal e coma el as contou: “Un dos problemas máis sorprendentes cos que me atopei no concello foi a estraña evidencia de que canto máis traballo útil a prol do pobo desenvolvía, máis cabreo dos veciños e da prensa se daban. Os cidadáns están afeitos a que se lles fagan poucas cousas, e cando empezas a traballar arreo senten un malestar irresistible que estáche en relación cas obras desenvolvidas e, que é directamente proporcional ao número destas...”. Logo sendo así –pregunteille–, que faciades no goberno? “Hai  dúas maneiras de afrontar os problemas das obras nos Concellos: Unha, darlle solución, isto molesta aos veciños pero é necesario aínda que a nós non nos dá voto algún; a segunda, non resolvelos e botarlle a culpa en caso de protestas as outras administracións, ao mal tempo, á falla de cartos, e todo o que se che ocorra menos a Xunta...”.  E por que non a Xunta? –volvín  preguntarlle.
 “Pareces parvo, e ti que sabes disto o preguntas? Esta Xunta é inatacable, se os incomodas, cagáchela. Ni vas ter axudas, nin subvencións; nin a prensa nin a televisión vai falar ben do que fagas... No fondo tes que elixir entre ser coñecido ou ser útil, pero non as dúas cousas ao mesmo tempo. Se queres ser coñecido hai que falar moito de cousas que nada teñan que ver ca política real, e, se queres ser útil entón hai que facer obras, mellorar os servizos, controlar o urbanismo, expropiar, cabrear os amigos e veciños,criticar o Goberno Galego... e deste xeito, vas de cu...!
No primeiro caso o mais recomendable é crear emocións, porque cantos máis sustos, cantos máis escándalos descubras ou inventes menor necesidade tes de facer as cousas útiles. Porque imos ver; ti fíxate no noso Goberno: están ou non paradas as grandes infraestruturas?, Aumentou ou non o desemprego?; Están suspendidas ou non as contratacións de moitas obras públicas? E mentres tanto de que se falou e fala? Dos Audis, ou da segunda facultade de Medicina, do AVE, da corrupción, das pelexas de Rajoy e ZP, e das mocións de censura,”...
A empanada estábavos riquisima,pero a conversa como podedes ler foi a dun entrañable vello un pouco trasnoitado e mal educado coma min , ao que hai que perdoarlle as parvadas fóra de lugar que di sobre o noso extraordinario coñecido e case máxico Goberno do Feijóo. 

Meu Sobriño periodista


Meu sobriño Iago sempre foi un mozo alegre e vitalista que soñaba con ser periodista, e que chegou a conseguilo aló polos anos oitenta. Ben é certo que en grande medida gracias aos sacrificios económicos do meu irmán que decidiu envialo a estudiar a unha universidade desas na que non é preciso ter tanta nota de corte como cartos.
Iaguiño mantiña cando era estudiante, que a profesión de periodista é semellante a de investigador a tempo completo. Moito patear as rúas, moito preguntar aquí e acolá . Unha profesión que supón conectar cos intereses da sociedade e das persoas dicía. E logo, informar sen máis!... Porque a realidade paga a pena.
No seu primeiro emprego advertíronlle, segundo me contou, que o titular da noticia era unha das claves do periódico. Un titular e unha foto con un pé nesta vale por toda unha información... Dixéronlle tamén que non se preocupase moito deste asunto, porque iso xa o resolvían outros máis experimentados. Tamén lle fixeron saber que o rigor, a precisión da noticia, tiña case sempre que sacrificarse pola rapidez e o inmediato desta, polo tanto tampouco tiña que se preocupar pola exactitude. E por último advertíronlle no diario no que traballaba en prácticas, que a importancia da información veraz quedaba supeditada á liña editorial.
Eso quere dicir, explicoume daquela, que para o meu periódico por exemplo a moderación económica non ten nada que ver ca moderación das ganancias.
Iago estivo na Asemblea Internacional da Prensa de Venecia do ano 93, tiña moitas gañas de ir aló, porque axudaba no seu “currículo” ao estar un pouco viaxado. En Italia aprendeu que existen certos comportamentos éticos e profesionais a rexeitar na profesión.
Ao parecer, contáranlles nunha conferencia un afamado periodista que: “existían algúns periodistas que se dedicaban a extorsionar e que eran escravos da súa vaidade e rancor, que cobraban por non difamar ou criticar a políticos e a empresas determinadas, e que logo se erixían diante do público como símbolo da pureza e azoute dos corruptos”. Apréndese moito viaxando díxonos nada máis volver á casa.
Iago hoxe cubre festas de sociedade e de empresa no seu periódico con grande éxito. Ten un teléfono móbil, e un bo ordenador. Polo teléfono fala co xefe da redacción nos casos de dúbida, e tamén cos clientes para facer as entrevistas aforrando tempo e recursos.
Co seu ordenador redacta estupendas crónicas nas que recolle moitas suxestións dos clientes que saen nas fotos sorrindo sempre...
Iago ten moito éxito con este formato, sobre todo nos actos de empresa, e nas vodas importantes.
Deu coa fórmula ideal, a formula participativa por excelencia, que ben sendo un pouco a opinión e a información compartida entre clientes e medio, acompañadas de fotografías e de alta tecnoloxía... “O ordenador, os teléfonos móbiles e un lapis electrónico axudan moito a profesión”, mantén agora coa experiencia e sabedoría que dan os anos de exercicio periodístico.
Non sei logo a razón pola que Iago ten tanta tristura nos seus ollos, e tanto desacougo na alma. Co ben que lle vai agora nesa profesión tan independente, prestixiosa e importante!

Don Gabino, científico e filósofo


Non me foi nada sinxelo conseguir unha entrevista con don Gabino; está medio illado desde que nun dos seus artigos cualificou de roncollo intelectual o aspirante nun medio conservador.
Tampouco foi para tanto porque neste país permítense insultos, comentarios e afirmacións non demostrables moito peores, pero quizais os relacionados coa virilidade molestan máis a certa prensa coidadora de atributos e valores eternos.
Recíbeme e lémbrame ao entrar na súa casa un recital poético no que lin un poema de Kavafis que ao parecer conmoveulle. Dime de súpeto e antes mesmo de empezar a entrevistalo:
- Cheguei case ao meu destino, a miña Ítaca persoal, e decepcionoume profundamente a última parte da miña viaxe periodística. Desde fai un par de anos o urxente é celebrar eleccións xerais, non sendo importante convencer da súa necesidade, explicar as razóns e ofrecer unha alternativa para gañar as mesmas, senón facer perder aos outros a calquera prezo.
Están, comenteille eu, no seu papel, actúan radicalmente, pero así funciona isto, ou non?
- E así nos vai porque todos se fían das aparencias. Coido que coas aparencias é como se gañan as eleccións, con elas e máis espertando emocións no pobo, porque as emocións superan case sempre os feitos, os logros, o talento e até a honradez.
- Falan de xeneralidades pero incluso agora que xa están convocadas as eleccións nada concreto proporán no seu futuro programa; e até parece que xa conseguiron facer crer que só ten competencias, responsabilidades e recursos económicos o Goberno de España.
- Afirman que si gañan gobernarán desde o centro e que non teñen intencións de facer recortes sociais pero, os farán coa escusa da situación económica...Vense vir, e como un mar de fondo que se vai achegando...
Véxolle a vostede moi crítico coa actual oposición, vostede é un científico un periodista e un filósofo, coido que debera coñecer que a política non se move con tanta racionalidade...
- O que eu constato é que a ciencia busca solucións, a filosofía respostas, e na política actual, uns mais, outros menos, buscase unicamente non molestar aos ricos e poderosos.
- Os dirixentes descóbrense cando se enfrontan a un problema, e non cando falan de como deben solucionar os demais aquilo que eles non tentan alí onde gobernan.
Pero polo menos don Gabino non cre que están a tentar resolver mellor e ser máis austeros?
- Estás de broma, a austeridade que practican é a de aforrar nos pequenos gastos visibles, son xestos cara a galería; e mentres xa empezan a encargar ao capital e as empresas que se fagan cargo dos grandes beneficios da crise.
Marchei pensando que tamén é ter boa aparencia electoral cara de non ter roto nunca un prato.

Lección de Sociais


Comentaba meu sobriño pequeno que nunha pasada clase de Don Evaristo, na lección de sociais, este explicoulles a lección : “o traballo como un dereito e como un deber”. Roquiño dicíame que o mestre lles comentara que ese dereito estaba recollido na nosa Constitución e que era semellante á saúde, o deporte ou a cultura. Que non se podía reclamar nos tribunais pero que era a actividade mais importante da sociedade.
“Don Evaristo preguntounos –seguiu explicándome o pequeno–, como fai case sempre antes de darnos unha explicación final, que tipos de traballos coñeciamos, que puxeramos exemplos de traballos manuais e non e se coidabamos que algúns deles como escribir un libro, pintar un cadro, ou a política eran traballos tamén ou pasatempos. Quedounos claro que non hai traballo, por pequeno que sexa, pouco importante, e que se entendemos ben o que estamos facendo e o seu por que, o noso traballo sempre será mellor que se non o sabemos, porque investigar e saber razoar é o traballo máis digno que existe, aínda que non sempre sexa ó mellor pagado. Don Evaristo interrogounos tamén de xeito rutineiro, sobre cantos dos nosos pais non tiñan traballo debido á crise que se está a vivir no País e no mundo.
Erguéronse as mans de moitos, dunha chea de nós. O mestre, sorprendido supoño, polo barullo e o número de brazos arriba púxose moi serio como cando se anoxa coas parvadas que facemos. Quedou calado e despois duns segundos deunos as costas e non sei que debeu ver pola fiestra na rúa que ata se emocionou un pouco... Todos os rapaces decatámonos do seu desacougo e fíxose un silencio na clase como cando estamos a facer un exame escrito. Ninguén miraba mais que para o pupitre onde agardaba a folla en branco do caderno dos apuntes...
Despois dun par de minutos volveuse cara a nós e preguntounos moi baixiño: ‘Cantos dos vosos pais levan menos de seis meses no paro?’. Erguéronse dúas ou tres mans. Volveu preguntar con un fío de voz: ‘e cantos levan máis dun ano?’. Agora levantáronse moitas mans, entre elas a miña tío Luis...
E foi entón cando me decatei daquelas cousas raras e tristes que sucedían na miña casa: os segredos e murmurios dos maiores, as pequenas discusións entre eles, as caras serias de papa e mamá. O que pasaba na nosa casa, pensei axiña, tiña que estar a pasar en moitas máis dos outros compañeiros que levantaron coma min as súas mans...
Entón tamén recordei que a miña paga dos domingos quedara reducida á metade. Un 50% menos segundo os cálculos feitos na clase de matemáticas... Pareceume unha falcatruada e un abuso pero mamá díxome que era unha orde do goberno para así mellor axudar os que menos tiñan e calei, pero non a creín. Don Evaristo, escribiu no taboleiro unha fórmula. Rompéuselle o xiz dúas veces como cando anda nervioso ou enfadado. Puxo nel: Riqueza = empregos ou traballo / necesidades. Tomamos nota no caderno agardando a explicación que vén sempre despois. Sentou como se estivera moi canso e díxonos como falando para el mesmo:
- Tivera sido mellor hoxe falarvos das esperanzas que supón o artigo 40.1 da Constitución que fala do esforzo que temos que facer todos para mellor repartir a riqueza e conseguir máis emprego. Segundo esa formula do taboleiro –díxonos o mestre– a riqueza do noso País aumenta se aumentan os traballos, os empregos, a actividade... e diminúe o incremento das necesidades. Como o emprego están caendo moito e as necesidades aumentan sempre, só reducindo estas necesidades, é dicir, o traballo, os salarios, a educación, a sanidade e as pensións, volverase amañar o problema do emprego, da actividade económica e teremos menos dificultades. Iso cando menos é o que afirman os miles de economistas que defenden o Señor Mercado.
Ningún dos presentes se atreveu a preguntarlle quen era ese señor tan importante que tiña tantos axudantes empregados. Ao chegar á casa leveille a explicación no caderno no que escribín as teorías de Don Evaristo a papá e despois de lelo díxome sorrindo:
- É ben certo o que vos dixo o voso mestre Roquiño, iso é o que está a pasar hai máis dun ano na nosa casa, e por esa causa mamá achicou a paga dos domingos.
Agora non teño dúbida, xa sei o nome do señor responsable e lambón da miña rebaixa económica. E sabes tío Luis, tiña eu razón. Non é culpa de miña nai!”.

¡Que boas son as naiciñas!


Foron quizabes estes os comezos dun home sabio e bo que quería moito a súa naiciña. Contoume moitas cousas sobre a vida, sobre Galicia e sobre os homes que tiña coñecido, e regaloume ademais esta historia persoal cando xa tiña noventa anos.
Eu prometinlle que un día tamén a contaría no seu nome, porque xa se sabe, as boas historias pódense contar moitas veces e nunca envellecen...
Nunha ocasión sendo moi neno, dicíame este home sabio: cheguei a miña casa co seguinte recado de D. Manuel o meu mestre, "... dille ó teu pai que quero falar con el, que veña a verme á escola tan pronto coma poida." Nada mais dar o mandado diante dos meus pais, miña nai preguntoume impulsivamente: "¿Que fixeches Antoniño?."
"Non fixen mal ningún miña nai. O mestre non me berrou, soamente me pediu que fora papá a velo...".
O mesmo tempo que isto me contaba a min, dicía polo baixo con moito agarimo: "¡Que boas son as naiciñas!".
"O meu pai púxose serio, non dou palabra en toda a cea. Deitouse e nada mais risca-lo día chamoume no cuarto:¡ímonos xa, érguete axiña!."
De camiño á escola, el diante eu detrás, fomos en silencio. Nada mais chegar petou con forza no batedor da porta da casa escola de D. Manuel. Era moi cedo aínda, facía moito frío e orballaba lixeiramente , a pouca luz e a brétema da mañá impedía ver ben a pouca distancia... Acendeuse unha luz e abriuse a fiestra da habitación do mestre no primeiro andar... "¿Quen é?". Díxonos mirando cara abaixo sen decatarse que eramos nós. Meu pai respondeulle: "sonlle Antonio do Loureiro D. Manuel, veño co meu fillo Antonio"... "¿E que facedes aquí tan cedo? ", dixo sorprendido mentres baixaba a nos abrir a porta da casa... Saudou o meu pai, e unha vez dentro da cociña quentou unha cunca de leite que me fixo beber mentres lle explicaba o meu pai a cuestión. Non recordo moi ben todo o que dixo pero en resumo era: "O seu fillo elle moi intelixente e val para estudiar. "É unha magoa que a xente coma el non teñan estudios. Dígollo para que o saiba e máis para que si pode o mande a Pontevedra a facer o bacharelato..."
Meu pai ollaba para o mestre e máis para min... Él agardaba calquera outra cousa menos esta. O remate sei que dixo... "Non sei se poderemos darlle estudios D. Manuel, nós non lle temos medios..." "Unha magoa dixo o meu mestre, sorríndome con tristura, mentres me acariciaba o pelo..." Ca mesma, despois de falar de outras cousas de ir e vir despedímonos. Meu pai tampouco me deu palabra no camiño de volta. Estabamos chegando o agro da casa cando miña nai nos saíu o paso. ¡"Que boas son as naiciñas"!. Alí estaba agardándonos chea de friaxe... Preguntoulle nerviosa o meu pai: "Que dixo do noso fillo o señor mestre?." Meu pais explicoullo: eu valía para estudar e debería ir a Pontevedra a facer o bacharelato. Miña nai, colleu entre as súas mans a miña cara e ollándome con moito orgullo dixo: "Se val para estudar hai que darlle o noso fillo estudios, vendemos a finca e os pinos do agro se é preciso e acabouse!... ¡Que boas son as naiciñas!.

(Á memoria de D. Antonio Fraguas Fraguas: Presidente do Museo do Pobo Galego, Cronista Xeral do Reino e Presidente da Real Academia Galega. Un dos meus mellores mestres.)