luns, 21 de novembro de 2011

EL DÍA DESPUÉS

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino,nunca digas
no puedo más y aquí me quedo...
(José Agustín Goytisolo).


Repetía siempre mi abuelo republicano que: “ todas las victorias son efímeras y todas las derrotas provisionales”.
Quizás esta expresión fuera consecuencia de la esperanza por superar aquel largo periodo de miedo y humillaciones que le tocó vivir.

Hemos sufrido los socialistas una muy seria derrota electoral. Pero debemos asumir desde hoy mismo que todas las derrotas son efímeras. En todas ellas si se ha luchado, y así ha sido, hay mucha dignidad y eso merece un gran respeto.

Se veía venir este descalabro de la mano de una brutal e indecente crisis financiera internacional que fue el gran problema para aquellos que aquí, y en casi toda Europa, tuvieron que gestionarla, y fue la solución sencilla para aquellos que aspiraban hacerse con el poder de forma casi gratuita.

Cometimos los socialistas errores forzados por responsabilidad y por las exigencias de un poderoso y omnipresente sistema económico, basado casi exclusivamente en la especulación y el consumo.
Ese sistema sin control político ya ha perdido definitivamente el miedo al trabajador, a la calle y a la revolución.
Lo que ahora nos echa encima será lo que hará posible aquello de que “todas las victorias son provisionales”.

Sabemos por experiencia que cuando se deposita tanta confianza, y por tantas personas en una sola formación otorgándole el poder absoluto, se genera una gran frustración si sus responsables no son capaces de satisfacer las expectativas de sus votantes en un plazo razonable.

Debemos aguardar a que este nuevo gobierno que llega, haga su trabajo y aplique aquellas medidas que ya no podrá ocultar por más tiempo, demostrando de este modo a los ciudadanos lo que va a decidir y resolver en materia de empleo, sanidad, educación o pensiones.
Se va a producir de forma previsible un profundo cambio en pocos meses, pasando de un modelo social y económico a otro, este último más ajustado a las necesidades del capital y del mercado; todo ello conducido por el Partido Popular y su abultada mayoría absoluta, aunque esta formación política intentará a partir de ahora interesados abrazos del oso e invocaciones a las responsabilidades de los demás, que no existieron en su comportamiento con el gobierno socialista, y que con esa mayoría son innecesarios aunque sean deseables siempre.

Que nadie se llame a engaño, caminamos desde ahora mismo hacia una nueva forma de vida o de vivir, en la que se van a transformar las formas de trabajar; de aprender; de cuidarnos, de amar o de atender a los más débiles.

Un modelo que yo presiento deseando equivocarme, menos justo y solidario que el de hoy.
Un modelo donde la memoria histórica será nuevamente borrada y condenada al ostracismo; donde volverán a ser otra vez humilladas en nombre de la economía y del gobierno “como Dios manda”, las comunidades y las personas, tanto en el empleo y el trabajo, como en las relaciones personales y en sus necesidades básicas.

Pero como siempre ha sucedido, pasara un tiempo y la victoria de los conservadores de hoy, junto a las medidas que van a adoptar se volverán en su contra, y será esta la mejor experiencia para valorarlos, conocerlos y para derrotarlos pasado mañana en las urnas nuevamente.

Entonces, algunos de los nuestros, serán los que tomen nuevamente las riendas del poder político, y en esos días se volverán a impulsar las virtudes de la colaboración y la cooperación; y sera entonces cuando los colectivos sociales junto al interés general vuelvan a ser lo prioritario, y en esas fechas se impedirá que unos pocos individuos ambiciosos y egoístas, ordenen de forma autoritaria la convivencia y la economía apoderándose de grandes cantidades de bienes, mientras otros, la inmensa mayoría se encuentren con dificultades.

La derrota siempre es efímera...





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