sábado, 12 de novembro de 2011

SUEÑOS QUE NO SE RONCAN



Una mala noche y un mal sueño de esos que no se roncan lo tiene cualquiera, pero dejan siempre mal cuerpo y peor cabeza al despertar.
Una conversación en el mismo que parecía ser muy real con un amigo de la infancia, me llevó a comentar con él asuntos que nos preocupan sobre la situación económico- social actual.

Chusco me comentaba en el sueño, que si consultas a expertos en número suficiente siempre podrás encontrar diversas soluciones a la crisis actual, muchas de ellas antagónicas.

De ahí, me dice, los muchos tanteos, las recetas, que aquí y fuera de aquí se están experimentando por los responsables políticos, al servicio de la economía, para arreglar la situación en la que estamos.

Unos, nos comentan como solucionar los problemas y lo dicen bien pero no dicen nada.
Esta forma de actuar se acepta con esperanza, porque la música suena bien, aunque muchos sepan de sobra que no hay orquesta ni partitura creíble que interprete esa sinfonía de la realidad.
Esa situación evidencia entre otras cosas, que la información interesada que recibimos, sigue siendo la de evitar que pensemos por nuestra cuenta.

Otros ahora, nos explican muy bien como buscar el mayor bien o el mal menor, conservando al menos algunas prestaciones sociales y servicios básicos; pero como esto no favorece los intereses de los más poderosos, el asunto está condenado de antemano.
Además son los que no han podido evitar el paro descomunal, y por lo tanto tienen en cada desempleado un voto menos, porque muchos de ellos piensan aunque no lo manifiesten : “muera yo y todos os filisteos”.

El votante actual y común de nuestra derecha no es ni bueno ni es malo, es incorregible, y sigue confundiendo sus intereses particulares con la gestión de la administración del País.
Tienen claro que hay que ir a votar por los “suyos”, aunque en la practica estos donde gobiernan, no hagan nada útil por solucionar los problemas que nos aquejan, tal y como sucede en Galicia.

A los votantes de las izquierdas,les basta un pretexto para la auto-critica, para el desanimo, para reprobar la soluciones adoptadas, y para no votar. Además están muy divididos compitiendo por el mismo espacio en media docena de formaciones.

Y por último hay otro grupo muy numeroso que votará entre el miedo y la esperanza, ¡a los Reyes Magos!...

Vivimos la época del mal menor; y se piensa de forma muy general que es mejor tener un empleo miserable que no tenerlo, o una sanidad pública con repago que una privada solamente.

Más tarde entenderán todos ellos que es normal que la educación privada sea de mejor calidad que la pública; aceptaran tener derecho a una pequeña pensión si han cotizado treinta y cinco años o mas, y que si desean tener más ingresos habrán de completar la misma,si pueden, en forma de planes de pensión en las entidades financieras y, finalmente, asumirán que es necesario el despido libre, para que así funcione de forma más flexible el mercado laboral.

En pocos años serán sustituidos en las empresas los trabajadores mayores de cincuenta años por jóvenes sobradamente preparados que ganarán la mitad, y de este modo se ahorraran una pasta en antigüedad y seguridad social nuestros empresarios.
Y muchos hasta celebrarán con satisfacción que sus hijos tengan por fin un trabajo, aunque este sea inestable, mal pagado, humillante, y los padres queden en el paro sin derecho a una pensión decente.

Desperté sudando cuando la radio empezaba a dar las noticias de las siete de la mañana, en las que se adelantaba como cosa ya hecha el resultado final electoral...¿será que lo soñaron también?











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