LA PERDIDA DE LA INOCENCIA

LA PERDIDA DE LA INOCENCIA

Cuanto más conservadoras son las ideas, más reformistas y hasta revolucionarios se vuelven los discursos.

La izquierda dividida en mil pedazos enfrentados; la derecha, siempre dispuesta a sacar tajada aglutinada en torno a un nacionalismo conservador, mientras se va cargando el centro social y todo lo público sin apenas coste electoral alguno.

La izquierda, decepciona siempre, sobre todo cuando no se cumplen todos los ideales, sueños y promesas.

La derecha recurre al mercado, que no es responsable de nada por si solo; busca y encuentra “culpables” anteriores, y justifica así políticamente su actuales decisiones antisociales.

Esa derecha interpretadora de lo superficial y del atajo, decepciona muy poco, pues casi nadie espera de ella ventajas colectivas.

Y mientras tanto, olvidamos una vez más que en España esa derecha actúa siempre de forma drástica y populista, mientras la izquierda lo hace de forma pusilánime y conciliadora.

Olvidamos que esa derecha no tiene más doctrina que sus intereses,  y que dispone de abundantes medios para vender pretextos colectivos tramposos. Sabemos que son farsantes pero los homologamos a los demás...

Dentro de la izquierda moderada, el PSOE, se está desangrado a base de titubeos doctrinales, de soluciones impropias o poco explicables, y de luchas intestinas suicidas.

Se encuentra pillado entre el discurso económico dominante y lo inapropiado de su estructura orgánica e institucional.

Tardará tiempo en recomponerse. Tardará tiempo en tener un discurso diferenciado, coherente con sus ideales, y creíble para la sociedad, además de coordinado entre ambas estructuras, la política y la institucional.

Tardará un tiempo en disponer de nuevos y experimentados dirigentes, porque unos pocos se resisten a marchar a una segunda fila necesaria, y otros pocos no acaban de llegar a la primera linea indispensable.

Y mientras tanto no debiera de olvidarse que los que hoy están haciendo imposible una evolución pacifica en España y en Europa, serán los responsables mañana de una convulsión violenta que muchos desearíamos evitar.