luns, 5 de novembro de 2012

REFLEXIONES CONTRA-CORRIENTE (PRIMERA PARTE)


REFLEXIONES CONTRA-CORRIENTE (PRIMERA PARTE)



Vivimos en una sociedad llena de seres resignados; de años difíciles que ya han hecho viejos a nuestros jóvenes.

Una sociedad donde mientras la responsabilidades de unos pocos quedan impunes; se produce un gran sufrimiento para muchos que no tienen responsabilidad alguna.

Una sociedad donde hace más daño el mal ejemplo de esos pocos que cualquier otra consideración.

Pertenezco a esa sociedad a la que se castiga con recortes dolorosos e injustos, pero también se la condena con palabras ofensivas y humillantes por el Gobierno.
No saben acaso nuestros dirigentes que se soportan mejor las dificultades que el desprecio, la arrogancia y la mentira.

Yo no acuso al subordinado que ante una injusticia o un atropello, no critica o no se enfrenta a un superior o a su empresa; comprendo su angustia y su temor, pero sé, que una consecuencia de esta actitud colectiva es la que nos ha conducido al servilismo por voluntad propia...

Compruebo y sé también, que sobre asuntos importantes como el trabajo, la salud, la vivienda, o la educación, nos ofrece siempre este Gobierno conservador y sus medios de comunicación, explicaciones, excusas y justificaciones económicas y políticas, pero también sé, que jamás nos dirán que lo suyo es rematar con la solidaridad del Estado. Y eso que es su modelo.

La sociedad “percibe” que vive cada día peor; que se han degradado sus condiciones de vida; pero se evita por los políticos y los técnicos pro-gubernamentales, llamarle a esta percepción, la de los “nuevos desclasados”; prefieren calificarlo como: “la nueva escala social”.

Les asustan ciertos términos que recuerdan enfrentamientos e iniquidades resueltos en el pasado, con revoluciones cruentas.

Es estúpido estar más preocupados por definiciones precisas, que por precisar el sustento diario y la dignidad de un pueblo.

Convendría en este nuevo tiempo de desclasados ser más filósofo que matemático. Más líder que técnico.

Observo a demasiados ciudadanos gallegos admirando a hombres poderosos sin entender nada de lo que hacen y deciden, pero que lo pueden llevar a cabo gracias al poder que esos mismos ciudadanos le han otorgado.

Nos haría falta saber reconocer mejor a los enemigos, que tener algún supuesto amigo que votar.

Sé que los cambios políticos y económicos a favor de la ciudadanía son complicados en tiempos de crisis, pero lo son aún más por falta de ideas, de valor y de dirigentes capaces.

Sé que pocos aciertan antes de errar alguna vez, pero es que estos conservadores, se equivocan siempre en el mismo sentido...En ellos no hay nada que dependa del azar...

Y por último creo que la sociedad no está en crisis; lo que sí está en crisis, es el capitalismo des-regulado, que se ha vuelto muy violento, y busca agresivamente la desigualdad que es su verdadero motor de arranque.












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